Iniciamos esta nueva sección de goles históricos con un auténtico regalo para la vista. El increíble gol de volea de Gaizka Mendieta en el Camp Nou, el que después popularmente se conoció como ‘el gol de Mendieta’.
18 de febrero de 1999. Partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Camp Nou. El partido marchaba 2-2, gran resultado para el Valencia, entrenado por el italiano Claudio Ranieri. La primera parte había acabado sin goles y nada hacía presagiar el espectáculo que iban a ofrecer los equipos en el segundo acto. Kluivert adelantó al Barcelona y Claudio ‘Piojo’ López remontó el partido con dos goles en un escenario que se le daba muy bien. Rivaldo empató a dos un partido que ya encaraba su recta final. De pronto hay córner a favor del Valencia y sucede esto:
El Camp Nou enmudece, pero al instante reacciona con aplausos al golazo que acaban de presenciar. Adrian Ilie bota un córner a la frontal del área y ahí Mendieta empalma el balón en el aire para fusilar la meta de Ruud Hesp, que sólo puede mirar el misil que entra a más de 100 km/h.
Recordemos las alineaciones del partido:
Barcelona: Hesp; Luis Enrique, Frank de Boer, Abelardo, Sergi; Ronald de Boer, Guardiola, Cocu, Figo; Rivaldo y Kluivert. Sust: Óscar
Valencia: Cañizares; Angloma, Bjorklund, Djukic, Carboni; Juanfran, Mendieta, Milla, Farinós; Angulo y Claudio López. Sust: Ilie, Soria y Popescu.
El Valencia pasó la eliminatoria al ganar también en Mestalla al Barcelona, eliminó también al Real Madrid con el famoso 6-0 y venció en la final al Atlético de Madrid en el estadio de la Cartuja de Sevilla, donde Mendieta dejó otro golazo para la historia.
Hace unos años, el vasco, vestido de chófer de autobús para rodar un anuncio sobre otro Barcelona-Valencia de Copa del Rey, recordaba aquel mítico momento:
Como curiosidad cabe decir que éste gol fue fue mucho más que un gol, significó una moda sobre todo para los niños de la época, que buscaban en cada ocasión que había un córner repetir el ‘gol de Mendieta’, colocándose fuera del área y esperando que el balón llegara a su posición para empalmarlo. Pocos lo lograrían pero habla por sí solo de la importancia que tuvo.
