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lunes, 17 de junio de 2013

España-Uruguay, primera parte para la historia

España celebra uno de los goles frente a Uruguay

Cuando dentro de unos años se recuerde a esta selección española, uno de los partidos de los que se hablará será del de esta pasada madrugada en Recife, más en concreto de la primera parte. Si existe la perfección en el fútbol se debe parecer mucho a estos 45 minutos.

Salía España con un once completamente de jugadores de la Liga española, cosa complicada pues hay nueve jugadores ‘foráneos’ en la selección. Una hora y media antes del partido ya se conocía en España la alineación, jugaba Casillas, jugaba Soldado, jugaba Cesc, el resto lo esperado. Jugadores tan importantes en el fútbol actual como Mata, Silva, Javi Martínez, Torres, Cazorla o Villa tienen que esperar su turno desde el banquillo.

Desde el principio la selección española se hizo dueña del balón, lo movía de un lado a otro, buscando cualquier resquicio para meter un pase peligroso. No se echó en falta a Xabi Alonso, incluso hubo quien dijo que España juega mejor sin él. Puede tener algo de cierto pero no menos cierto es la importancia del vasco en partidos trabados en el medio campo. Mientras los jugadores de Uruguay eran simples espectadores. Se esperaba mucho de la campeona de América, recordemos que ganó la pasada Copa América en Argentina, que no es coser y cantar. Pero no es un equipo compacto. Tiene dos buenos delanteros, pero no les hace llegar la pelota. La defensa y el centro del campo muy junta y demasiado atrás, tan lejos del área no se puede crear peligro. Y por ello Uruguay no creó ni una sola ocasión de gol, aunque al final se encontró con un gol a balón parado que maquilla el resultado, pero sólo eso, el resultado.

Cabe destacar cuatro nombres propios en el partido de ayer.

Cesc Fábregas. Había muchas dudas en torno a él dada su mediocre temporada en Barça. Del Bosque lo suele utilizar en la selección de ‘falso nueve’ pero anoche colocó a Soldado de ‘nueve puro’ y a Fábregas por detrás de él. Se salió en su verdadera posición, se asoció con Soldado de manera perfecta, el gol de éste es clara muestra de ello.

Xavi. Parece repetitivo ya decir esto, pero es una delicia verlo jugar, como recibe, se gira, la pasa al lugar más idóneo. Y así los 90 minutos. Ofreció su mejor versión.

Busquets. Jugó como único pivote. Para Del Bosque es el jugador más importante de la selección. Fue un reloj, hace lo que tiene que hacer con una brillantez que hace que sea muy difícil verlo cometer un simple error. Se ve superior porque lo es.

Iniesta. El mejor de todos. Recital. Sublime. Partido de los que se recordarán generación tras generación. Clase magistral de controles, primer toque, taconazos, reversos, regates, pases.  Incluso sin tocar el balón creó peligro, como hizo nada más comenzar el partido, dejando pasar el balón para que Cesc disparara al palo. Si no fuera por lo blanco de su piel alguno pensaría que el manchego tiene raíces brasileñas. El público alucinó al ver tal demostración, tanto que le dedicó sonoras ovaciones después de hacer un control, un pase o un regate de los suyos. Pero no contento con eso, Iniesta se dedicó también a robar balones a los uruguayos en el centro del campo. Uno de ellos propició el 2-0 de Soldado. Se acaban los calificativos para este pequeño genio.

Iniesta conduce el balon frente a uruguay

El público, en su mayoría brasileño, comenzó pitando a España, ya que la ven como el gran rival de su selección para esta Copa Confederaciones y para el próximo Mundial. Sin embargo el partido hizo que la ‘torcida brasileña’ se rindiera ante los futbolistas españoles, ovacionando las acciones y acompañando los toques de balón con olés. Como simple anécdota queda el postrero gol de Luis Suárez de libre directo. Uruguay no tuvo opción, fue barrida del terreno de juego por la mejor selección del mundo.

El partido fue de madrugada y muchos españoles no lo pudieron ver. Desde aquí aconsejamos que hagan lo posible por verlo, sobre todo la primera parte, pues fue de las mejores demostraciones de esta España campeona de todo que muchos se empeñan en jubilar antes de tiempo. No se arrepentirán.