El pasado 1 de junio en el Bernabéu todas las miradas estaban puestas en la despedida de José Mourinho. Es tal el protagonismo del técnico portugués que eclipsó otra despedida, la del jugador que llevaba ese día el brazalete de capitán, Gonzalo Higuaín.
Gonzalo Higuaín nació en Francia. Su padre, jugador argentino, jugaba en Brest, aunque a los pocos meses de nacer volvieron a argentina. Se formó en el Club Atlético Palermo de Buenos Aires y poco después pasó a River Plate. A los 16 años ya jugaba en el primer equipo y muy rápidamente empezó a llamar la atención de los grandes europeos. Tanto es así que Raymond Domenech, seleccionador de Francia en aquella época, invitó al ‘Pipita’ a ir convocado con la selección, se especuló bastante en el país galo con esta posibilidad, pero él se sentía argentino y rechazó esta invitación para jugar con la albiceleste.
En diciembre de 2006 el Real Madrid paga 12 millones de euros y se hace con sus servicios. Le costó entrar en el equipo blanco dada la presencia de Raúl y Van Nistelrooy, pero fue determinante en partidos decisivos que hicieron al club madridista campéon de Liga dos años consecutivos. A partir de ahí llegó su consagración definitiva, en las siguientes dos temporadas consiguió marcar 22 y 27 goles en Liga y ganarse el respeto de la hinchada blanca.
Gonzalo Higuaín consiguió cambiar la fama que le acompañó al principio de su llegada a España de hacerlo todo bien pero no acertar de cara al gol. El argentino adapta su juego y se convierte en un killer del área, sus continuos desmarques en profundidad le hacen ser un jugador muy difícil de marcar por los defensas contrarios, no le hace falta participar en el juego colectivo, en el momento menos esperado el ‘Pipita’ aparece y el balón acaba en el fondo de la red.
A partir de entonces, con la llegada de Mourinho, se produce una situación extraña para el argentino. Sigue haciendo goles pero el técnico luso reparte los minutos de juego entre él y Karim Benzema, aunque jugando de titular normalmente éste ultimo los partidos más importantes. En la temporada 2011/12 el argentino hace 22 goles en una Liga histórica para el Real Madrid, pero hay un continuo rumor de que el delantero se quiere marchar. Finalmente continúa, aunque su protagonismo en esta temporada que acaba de terminar ha sido mucho menor. Mourinho se decanta claramente por Benzema como delantero titular, aún así Higuain hace 16 goles en Liga. Pero no está feliz.
Y llegamos al punto de partida de este artículo. Real Madrid-Osasuna. “Quiero cambiar de aires, la decisión está tomada” las declaraciones del argentino nada más acabar el partido corrieron como un reguero de pólvora y no gustaron nada en la zona noble del club. Por todo el mundo era conocida la posible marcha de Gonzalo habiendo equipos muy interesados en el delantero, entre ellos Juventus y Arsenal, pero entienden en el club madridista, en mi opinión con razón, que no son formas, que se trata de un jugador con contrato y que estas declaraciones lo único que consiguen es abaratar su traspaso. También debería ser consciente el Real Madrid que es la misma técnica que ellos han usado en ocasiones no muy lejanas para conseguir lo mismo. Al fin y al cabo, y obviando esto último, no se trata de la manera correcta de proceder.
Los futbolistas por lo general están malacostumbrados a encontrarse en una posición de ventaja sobre los clubes, que no olvidemos son los que pagan, haciendo valer los contratos firmados cuando a ellos les parece bien, exigiendo renovaciones cuando aumentan el rendimiento, aferrándose a los años firmados cuando no cuentan para el equipo y tienen una buena ficha o declarando su intención de irse e incluso su descontento cuando tienen contrato en vigor y quieren cambiar de aires.
Todo indica a que se marcha. 7 años después, 121 goles, 14º máximo goleador en la historia del Real Madrid y con sólo 25 años. En el club no ven con malos ojos su salida, ya que piensan que es necesario hacer algún cambio en la delantera después del decepcionante año, pero ¿encontrarán a un delantero que rinda mejor que Higuaín? Difícil papeleta.
