“Nunca podré agradecer el cariño que me ha dado este barrio, ha sido un año maravilloso” con estas palabras se despedía Michu el pasado 20 de julio después de anotar 15 goles con el Rayo Vallecano y dejar 3,5 millones de euros en las arcas del club. Su baja, junto a la de Diego Costa, además del hándicap de contar con el menor presupuesto de la Liga hacían presagiar un año difícil para el equipo madrileño. Pero nada más lejos de la realidad, con un juego vistoso y ofensivo pronto se sitúa en la parte alta de la clasificación, cumpliendo su objetivo de la permanencia con cierta comodidad.
El éxito tiene varios nombres propios, empezando por su entrenador Paco Jémez, que ha confirmado la proyección que venía apuntando las últimas temporadas en Córdoba, pasando por el canterano brasileño Leo Baptistao, una de las revelaciones de la Liga que ha asombrado a propios y extraños por su calidad y terminando en su capitán y jugador referencia Piti.
Cuando el pasado verano el mítico Michel puso punto y final a su carrera, Francisco Medina, más conocido en el mundo del fútbol como Piti, fue el elegido para relevarlo como capitán. Lo que nadie podía imaginar en ese momento es que además del brazalete cogiera los galones y alcanzara su madurez futbolística a los 31 años, y es que el jugador catalán era el típico jugador intermitente con detalles de calidad pero sin continuidad en su juego.
Formado en la cantera catalana y después de pasar por diferentes equipos de tercera división, en verano de 2004 el Real Zaragoza apuesta por él para su filial y en 2005 llega a disputar tres partidos con el equipo maño en la máxima categoría, pero no triunfa en la capital aragonesa y pasa por equipos como Ciudad de Murcia y Hércules antes de llegar al Rayo Vallecano en mayo de 2007, estando el equipo en Segunda División B.
Jugador de gran calidad técnica y habilidad, ha sido el gran beneficiado por el estilo de juego que ha impuesto en Vallecas Paco Jémez, priorizando el toque y el fútbol ofensivo. Sin un delantero centro de referencia, la movilidad y libertad de movimientos de jugadores de calidad como el propio Piti, Leo Baptistao, José Carlos, Chori Domínguez o Lass, han hecho al Rayo Vallecano un equipo muy difícil de defender.
Sin hacer ruido ni aparecer en las portadas, lo que más ha sorprendido del jugador catalán ha sido su faceta de goleador, contando hasta el día de hoy con 17 goles, gran parte de ellos llegando por sorpresa desde segunda línea de ataque, y contrastando con los 3 goles que había conseguido el año anterior.
El futuro de Piti es una incógnita, ya que acaba contrato el próximo 30 de junio y hasta ahora no ha llegado a un acuerdo para la renovación. Aunque él declara que su primera opción es el Rayo y que no va a negociar con nadie hasta acabar la temporada se antoja complicada su continuidad, ya que difícilmente el modesto club madrileño podrá competir económicamente con clubes importantes interesados en él y aunque su corazón sea rayista, se encuentra con la posibilidad de firmar el contrato de su vida.
