Iniciamos esta sección que tratará sobre historias, jugadores, equipos… del fútbol de los años 90, ese en el que no había mil cámaras pendiente de cada detalle pero que poco a poco empezaba a ser el espectáculo-negocio que es hoy en día el deporte rey. Y dado que este sábado se juega la final de la UEFA Champions League, qué mejor forma que hacerlo recordando a un equipo que a mediados de los 90 lo ganó prácticamente todo, el Borussia Dortmund.
En 1989 llega a la presidencia del conjunto del Rhur un ambicioso empresario alemán llamado Gerd Niebaum, harto del dominio del Bayern Munich en la bundesliga decide crear un ‘dream team’ alemán. Comienza a repatriar de Italia a los mejores jugadores alemanes: Reuter, Moller y Kohler (Juventus), Sammer (Inter) Riedle (Lazio) y al brasileño Julio César (Juventus) y continúa posteriormente con Paulo Sousa (Juventus), Herrlich (Borussia M´Gladbach) y Heinrich (Friburgo). Como entrenador contrata a Ottmar Hitzfeld y pronto comienzan a llegar los éxitos: el equipo se proclama campeón de la Bundesliga en el 95 y 96. Pero lo mejor estaba aún por llegar, el 28 de mayo de 1997 el Borussia Dortmund obtiene el mayor logro de su historia al derrotar a la Juventus (3-1) en Munich y hacerse con la Copa de Europa.
La alineación de la final fue: Klos en portería, línea de tres centrales: Kohler, Sammer y Kree, dos carrileros: Reuter y Heinrich, dos medios centro: Lambert y Paulo Sousa, un mediapunta con libertad como Andreas Möller y arriba Riedle y el suizo Chapuisat. Como se puede comprobar no había grandes estrellas en el equipo, aunque sí destacaban Möller y Sammer, al que le fue otorgado ese mismo año el balón de oro. Las claves de este equipo eran tres principalmente: la fortaleza defensiva, el trabajo en equipo y la presión ejercida por su afición en el Westfalen Stadion.
Pero paradójicamente este título fue el principio del fin de un gran equipo. La marcha de Ottmar Hitzfeld (que se pasó a la secretaría técnica) y la alta edad media de la plantilla fueron factores determinantes para ello. Aun así la siguiente temporada con el italiano Nevio Scala en el banquillo, el Borussia Dortmund se hizo con la Copa Intercontinental derrotando en Tokio al Cruzeiro y llegó a semifinales de la Liga de Campeones, siendo derrotado por el futuro campeón del torneo, el Real Madrid, en una eliminatoria cuyo partido de ida será recordado por la caída de una portería en el Santiago Bernabéu.
También cabe destacar un aspecto de este equipo que fue su camiseta de color fluorescente, que se erigió como principal seña de identidad y arrasó en el plano del marketing, incipiente en esos años en el mundo del fútbol.
Mañana, 16 años después, el Borussia Dortmund volverá a jugar la final de la competición que lo encumbró. Atrás queda la gran crisis económica por la que pasó el club en la primera década del nuevo siglo, que incluso hizo temer por su futuro. La necesidad económica hizo que se apostase por la cantera y en los últimos años se están recogiendo los frutos. Poco tiene que ver este Borussia Dortmund con aquel de los 90, ni en estilo de juego ni en la gestión, pero a partir de mañana puede que sí tengan algo en común: ser campeones de Europa.
