Esta semana se ha despedido de los terrenos de juegos el jugador de fútbol más mediático de todos los tiempos, David Beckham. La opinión generalizada dice que solo es un futbolista que ha sabido explotar su virtud para crear una atmósfera de marketing y negocio que le desembolsa muchísimos millones en su cuenta bancaria, pero la realidad es que el auténtico aficionado sabe que la figura de futbolista se ha antepuesto a la de famoso mediático gracias a su innegable profesionalidad e incansable trabajo.
“Siento que es el momento justo de mi carrera para retirarme, jugando al más alto nivel”
Estas palabras utilizó David Beckham para comunicar que ponía fin a su brillante carrera deportiva a sus 38 años, y la verdad es que nadie hubiera pensado que daría este nivel hace varios años cuando tras su paso por el Real Madrid decidió emigrar a EEUU donde el fútbol era y es un deporte minoritario para sus habitantes. Por aquel entonces se presumía que el jugador firmaba con Los Ángeles Galaxy para seguir con sus negocios y publicidad y así poder agrandar más su fortuna codeándose con los famosos más importantes a nivel internacional y quien sabe si para retirarse en un entorno de ensueño como Los Ángeles.
Pero pronto demostraría que esto no iba a ser así y que su intención era seguir dándolo todo en el terreno de juego superándose día a día, tanto es así que contribuyo a que su equipo alzase el título de la Major League Soccer (MLS) en dos ocasiones y aun así seria cedido por dos veces al AC Milán por petición propia en época de vacaciones de la liga americana como suelen hacer otros jugadores (Su compañero Landon Donovan es el mejor ejemplo).
Sir Alex Ferguson, que curiosamente también se retira esta temporada de la alta competición, fue el entrenador que lo descubrió y dio la oportunidad de ganar innumerables títulos con los Reds (entre ellos una Champions League y una Intercontinental) y hacerse un hueco en la historia del Manchester United.
Después vino su mediático fichaje por el Real Madrid, llegaba el último galáctico tras los fichajes de Figo, Zidane, y Ronaldo, Florentino Pérez completaba su póker de jugadores mediáticos de talla mundial. Después de cuatro años en el club, tapando la boca a los más críticos con su trabajo en el terreno de juego y acabar su contrato, sorprendió a todos marchándose a la MLS.
Tras su periplo por tierras americanas quería volver a un club europeo de primer nivel a poner el broche de oro a su carrera y lo hace en el PSG donde este fin de semana se despedía entre lagrimas.
“Si me hubieran dicho cuando era un niño que jugaría y ganaría trofeos para el club del que era aficionado, el Manchester United, que sería el capitán de la selección y jugaría con mi país más de 100 encuentros, y que estaría en la alineación de algunos de los mejores equipos del mundo, les hubiera contestado que era imposible”
Y es que su palmarés está plagado de éxitos, militando en varios de los mejores clubes de todo el mundo conquistando el título de liga en España, Inglaterra y Francia. Además ha disputado 115 encuentros como internacional con Inglaterra y ha participado en tres mundiales (1998, 2002 y 2006). Para David Beckham lo más fácil hubiera sido ser un simple buen futbolista, estrella de marketing, pero su personalidad y su guante en la bota derecha lo han hecho entrar en la historia del fútbol.
